Gómez Lara Diana Patricia
El día de hoy llegué como todos los días en punto de las 9:00 a.m. al jardín de niños. Solamente estaba mi compañera minerva y como estos días mi salón ya estaba en el salón, la maestra seguía en dirección, así que entré al salón para ver que los niños se sentaran en su lugar.
Como de costumbre cuando la maestra llegó me dijo que yo iniciara con mi actividad que traía planeada.
Lo primero que hice fue enseñarles las figuras que traía recortadas & comenzar a cuestionarlos sobre ¿qué es? ¿dónde los ves? ¿tenemos en la escuela? ¿hay en tu casa?; los niños todos muy fuerte me contestaban las preguntas. Después les expliqué que a cada quien le daría un árbol que estaba doblado a la mitad del lado derecho lo dibujarían de verde y del lado izquierdo de color café, y les entregué su árbol y les dije que fueran por sus crayolas para colorearlo. Al pasar por las mesas me di cuenta que muchos no sabían aún distinguir entre su lado derecho y el izquierdo por lo que yo les empezaba a cuestionar para que ellos me dijeran cuál era su lado derecho. Durante la actividad los niños estaban platicando pero con los mismos niños de su mesa, así que los dejé pues también estaban trabajando. Una mesa en la cual había 4 niños era la que estaba más ruidosa pues estaban hablando en voz más alta, pero al acercarme a ellos me dí cuenta que estaban haciendo muy bien su trabajo y solo les dije que bajaran la voz para que dejaran trabajar a sus demás compañeros. La mayoría ya había terminado así que les expliqué el siguiente paso , que tenían que medir lo alto de su árbol con un listón que yo les iba a a dar, al parecer me entendieron, pero, al darles su listón todos se acercaron conmigo para que les ayudara y como vi que no estaba muy claro les volví a explicar de uno por uno. Cuando ya les expliqué a todos les pedí que ese fueran a su lugar y pregunté porque algunos listones alcanzaban más veces que otros , pero no me supieron contestar, así que les explique que aunque los árboles midieran lo mismo, el listón no y por esa razón eran diferentes los resultados.
Para finalizar mi actividad les dije que les enseñaría una canción y ellos comenzaron a grita que si muy emocionados. La canción dice así: Mi mano derecha al frente, mi mano derecha atrás, sacudo mi mano derecha y la pongo en su lugar. Mi mano derecha al frente, mi mano derecha atrás, sacudo mi mano derecha y una vuelta voy a dar. Mi mano derecha al frente, mi mano derecha atrás, sacudo mi mano derecha y te voy a saludar. Al cantar esta estrofa unas 4 veces ahora nos bajamos al pie derecho y la canción era la misma, solo que cambiamos mano por pie. A los niños les gustó mucho la canción, fue un poco difícil pues aún no reconocen cual es su mano derecha, pero, con ayuda de la maestra y yo les decíamos.
La maestra siguió con otra actividad de su cuaderno de actividades que consistía en completar un dibujo uniendo los puntos. Los niños durante esta actividad ya estaban un poco más dispersos en cuestión de comportamiento, pues ya se acercaba la hora del desayuno. Cuando ya era hora la maestra ordenó que se hiciera una fila para salir al lavarse las manos, los niños hicieron un poco de desorden pero la maestra los calmó y los sacó a lavarse las manos. Cuando volvieron se les entregó su desayuno ( espagueti con albóndigas y agua natural). Los niños desayunaron tranquilos y platicando normal. A las 11 en punto sonó el timbre y salieron a recreo.
En el recreo yo me quedé con la maestra Brenda platicando sobre sus experiencias en su prácticas y algunas de mis experiencias en la escuela.
Cuando entramos de recreo la maestra les contó a los niños un cuento de titulo "el lobo regreso", los niños escuchaban muy atentos y en silencio total el cuento; estaban sentados en el piso al rededor de la maestra.
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